sábado, 28 de agosto de 2010

Retales de un sábado nihilista.

No hace frío ni calor. No hace nada.
No hace mucho que aspiraba a tantas cosas.
Me acuerdo bien. ¿Tú te acuerdas?
Un reloj sin tiempo y una cama llena de besos. Y tus pestañas como marco de la mirada más profunda, que no hace mucho me atravesaba y veía más allá de mis vísceras y todas las cosas preciosas que he guardado por debajo de mi anatomía.
Quizás sea mi paradigma, cuando era pequeña me tragué un zapatito de Barbie.
Si nos hubiéramos conocido antes, estoy segura de que no hubieran hecho falta tantas pruebas y pasillos mortecinos de hospital para dar con el cuerpo extraño.
Claro que tú tampoco hubieras visto un trozo de plástico rosa.
Tú te habrías quedado con mi infancia.

- Lo que está obstruyéndole el pulmón es un trozo de niñez.

Pero ningún médico se dio cuenta y me metieron una aspiradora por la tráquea y lo sacaron sin pensar.
Y ya no me acuerdo de si me hizo daño.

No me acuerdo de nada.
Como hoy, que no hace ni frío ni calor, ni nada.


Apunte: El audio fundamental de esta noche es Polock. 
http://www.youtube.com/watch?v=oa-lpvoDHv4
Para que la careta de nosientonopadezco tenga un áurea positiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario