lunes, 20 de junio de 2011

L'été

Escribir algo, que no sea para nadie,
ni para ti,
me acuerdo de cosas absurdas cuando veo mi camiseta rota del sábado,
me acuerdo de que la compré un día que habíamos discutido por teléfono.
Es la hora de la siesta de este verano interminable en el que todavía algunos estudian,
y otros, como yo, no dormimos la siesta,
y esperamos que pasen las horas, esas horas que parecen no pasar hasta las ocho de la tarde,
y pasa un día, y otro, y otro, como siempre, recibo algunas llamadas y hago algunas menos,
¿dónde estás, qué haces, quieres hacer algo?
¿dónde estoy, qué hago, quiero hacer algo?
Pero nunca lo sé, a la hora de la siesta,
supongo que quiero tumbarme con la persiana a medio bajar y hacerle cosquillas a la duermevela,
y que sepamos que son las ocho de la tarde porque entra menos luz, y los niños se suben a casa a cenar.
Y bajar a la piscina a las ocho de la tarde, con las gafas de sol puestas,
como si fuéramos unos famosos a los que nadie mira,
como si fuéramos una pareja de músicos trasnochados,
los gatos con más tejados de Madrid.

Pero esto no es para nadie, ni para ti.

4 comentarios:

  1. Es para nosotros, que nos encanta leerte. Preciosidad de entrada ^^

    ResponderEliminar
  2. solo la casualidad de un recuerdo que pude haber sido

    ResponderEliminar
  3. me ha molado.

    el final huele a Pereza. Estoy en lo cierto?

    ResponderEliminar
  4. y un consejo: desactiva lo de los captcha a la hora de escribir comentarios porque provocan disparos en la cabeza.

    por si te interesa, el captcha anterior era "ninsula" sin pe ni nada.

    ResponderEliminar