miércoles, 8 de agosto de 2012

A Dijon

Hace un tiempo que me volví intimista y empecé a escribir en mi cuaderno. De todas formas, internet ya estaba lleno de lo que yo contaba.
Hay tantas Julietas fallidas como Romeos que no se murieron de amor.
Y yo tampoco.

Y vuelvo esta noche, sólo para dejar un mensaje. Unas palabras para la única persona que no puede entenderlas,
y también para la única persona que lo va a entender.
Curiosamente, es la misma.
El preludio al Siglo de las Luces. Flores amarillas de colza, el paisaje verde de la Borgoña. Los pies fríos. Cluny. Un señor con un coche de juguete, sol. El Ródano lleno de luces.
Me pides que ponga un disco.
y elijo a Jacques Brel,
que no era francés
sino belga.

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