domingo, 29 de agosto de 2010

¿Cómo titularlo?

Estoy mala, tengo fiebre y hoy se me permite hablar de lo que me dé la gana, porque para eso éste es mi blog y para eso estoy perdiendo el tiempo en escribir estas cosas.
Es domingo. Generalmente no me gustan porque siempre pienso más de la cuenta y me deprimo. Por eso me gusta tanto hacer planes felices los domingos, es como ganar una batalla.
El domingo perfecto, un desayuno en algún lugar del centro, café y zumo de naranja, una mañana al sol y una tarde en el cine.
Y ya está, domingo, te he derrotado.
Pero no tengo planes de domingo perfecto así que escribo esto para no tener que enfrentarme a los apuntes que hay en mi mesa. Y el examen se acerca peligrosamente el viernes, así que mañana iré a la biblioteca.
Me prometí a mí misma que no haría de este blog un maldito diario virtual.

(También me prometí aprobar en Junio, no seguir cortándome el pelo hasta quedarme calva y dejar de pensar tanto).
Cuando estaba en la Escuela de Letras hacíamos un ejercicio que consistía en hacer una lista de palabras que nos encantasen y luego hacer una historia utilizándolas. También lo hacíamos con palabras malsonantes, pero eso no me apetece.

1. Fluorescencia
2. Caléndula
3. Palabra
4. Duermevela
5. Abeja
6. Perlé
7. Azul
8. Emparedado
9. Macarrónico
10. Sideral
11. Pila
12. Felino
13. Caracola
14 .Coco
15. Revolotear
16. Cucamonas
17. Regazo

Véamos.

Hubo un día en el que el felino sideral se cansó de su fluorescencia. No le gustaba que todos le hicieran cucamonas sólo porque era azul y venía de otra galaxia. 
- Me gustaría dejar de maullar en otro idioma y poder charlar con los otros gatos - pensaba el felino sideral - Me gustaría conocer a una gata simpática que no tuviera miedo de desteñirse de mi azul, y acurrucarme con ella delante de una chimenea. Luego vendría nuestra dueña con su jersey de perlé y nos rascaría la espalda y la barriga y nos daría leche en un cuenquito. Yo les contaría cosas sobre las estrellas y sobre el lugar donde todos los gatos son de color azul brillante. Y después nos dormiríamos en su regazo, y mi novia gata terrestre, sumida en ese estado de duermevela tan placentero, me diría buenas noches con un ronroneo en el aire.
Tantas cosas pensaba el felino sideral que se olvidó de que no sabía hablar el gatuno del planeta tierra y que hasta que no aprendiera, no podría contarle a nadie la historia de sus desavenencias.
Un día, cuando estaba retozando entre las caléndulas se dio cuenta de que había una abeja que le observaba con extrañeza.
- ¿Funcionas con pilas? - le preguntó la abeja
Entonces el gato sideral le dijo hola en su idioma.
- ¡Qué juguete tan gracioso! - dijo la abeja, que se quedó observándole un rato entre las flores.
Al gato sideral le pareció simpática la abeja y se apuntó a una academia ilegal que regentaban unos malvados gatos persas. Consiguió un cuaderno y aprendió a poner sus huellas gatunas al estilo terrestre, aprendió a usar la cajita de arena como los gatos civilizados, aprendió a saltar desde un tercer piso atendiendo a los principios de la gravedad, aprendió cómo ligar hasta con las gatas más finas y aprendió a maullar con acento macarrónico espacial.
Así que, después de empeñar todos sus ahorros en la academia ilegal para gatos inmigrantes, el felino sideral volvió a las caléndulas un domingo de sol porque no le apetecía hacer los deberes.
Allí estaba la abeja revoloteando tranquilamente.
- ¡Hola caracola! - dijo el felino sideral, empleando la jerga popular que había aprendido en la academia.
- Hola peluche azul. ¿Cómo te llamas?
- No sé cómo me llamo. Han pasado años luz desde que vine a este planeta, y en esta historia sólo me han llamado felino sideral, así que no recuerdo, si tengo o tuve, un nombre cariñoso de esos que a la gente le gusta oír.
- Entonces te llamaré Coco. El coco es muy exótico, como tú - dijo la abeja atusándose las antenas.

Y fueron felices y merendaron emparedados y polen calendular.

Y he aquí esta gran e interesante literatura dominguera.
Podría haber invertido mi tiempo en otra cosa, como aprender a cantar ópera o atender a mis apuntes sobre técnicas pictóricas.
Pero me he divertido.

2 comentarios:

  1. pues me ha gustado mucho! además, es verdad que son palabras muy bonitas :-)

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  2. Hola, hola!

    He visto tu comentario en mi blog. Ahora es que no tengo tiempo de pararme mucho por aquí...y no encuentro lo de hacerme tu seguidora ¬¬
    He echado un vistazo rápido y me ha gustado.

    Volveré ;)

    Un saludito!

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